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El gran historiador Patrick Johansson ha puesto de cabeza muchas ideas sobre el sentido original de la historia náhuatl.
Patrick Johansson es un reconocido nahuatlato franco-mexicano y catedrático la UNAM, discípulo de Miguel León-Portilla, que ha dedicado su vida a los estudios históricos prehispánicos, ha logrado descifrar testimonios pictográficos y documentales de nuestras culturas nativas; habla maya y náhuatl, además del francés, sueco, alemán, inglés y español.
Tiene muchos libros, textos y una horda de seguidores que han pasado por su aula en la catedra permanente de 25 años en la UNAM. Solo para dar una idea de lo que hace, La Academia Mexicana de la Lengua le publicó un tomo de 779 páginas: El español y el náhuatl. Encuentro de dos mundos (1519-2019). Pero de este reconocido autor e investigador, se han deconstruido varios mitos tanto de la lengua, cosmogonía, artes y cultura, así como de la vida cotidiana prehispánica.
Aquí, te dejamos solo con dos historias que han sido las más relevantes y controvertidas, de los intereses científicos del doctor Johansson quien suele investigar: la muerte en el mundo náhuatl prehispánico, la literatura náhuatl prehispánica, la literatura indígena e indigenista y la semiología de la imagen en los códices nahuas.
Etimología de “México”
Aunque se ha consensuado que la etimología de “México” es el “Ombligo de la Luna”, como lo planteó Gutierre Tibón en el pasado; el historiador Patrick Johansson en el ensayo De Aztlán a Tenochtitlan: La gesta fundacional de la Ciudad de México, afirma que más bien se trata de un náhuatl de la Huasteca y significa “Ojo de agua”. El historiador se acercó a las diversas fuentes relativas a la fundación de México-Tenochtitlan, a través de la cosmología del mito y de la cronología histórica.
“La imagen del águila parada sobre el tunal es muy importante. Lo que en general no se comenta es que el tunal está arraigado no tanto en la tierra sino en un ojo de agua; por lo menos el ojo de agua está al pie del tunal”, dice el historiador.
Asimismo, porque el vocablo mxco que designa un ‘ojo de agua’ en la variantes dialectales de la Huasteca, corresponde a la pronunciación probable de México en tiempos prehispánicos. De hecho hoy en día se pronuncia de esta manera en muchas comunidades indígenas. Un ejemplo de ello es la versión del Himno nacional en náhuatl del profesor Alejandrino Osorio Osorio, quien pronuncia y escribe Mexko y no México. Por otra parte, José María Cabrera, escritor mexicano del siglo XIX, afirmaba que ‘los indios nunca dicen México, sino Mexco’. Hay que leer este ensayo para ver los puntos que tiene, pero sin duda este es una de las ideas más generosas de este gran historiador.
El Poema de Nezahualcóyotl que no escribió Nezahualcóyotl
Nezahualcóyotl fue el primer artista interdisciplinario (más reconocido) de su época: arquitecto, poeta, escritor y hasta político. Pero esta idea de Johansson levantó ámpula entre académicos y estudiosos de la lengua náhuatl. Y es que el poema “El Tzenzontle” del rey poeta, no fue escrito por Nezahualcóyotl.
Patrick Johansson defiende que el poema, las palabras del poema, más bien no corresponden a la gramática del náhuatl prehispánico. O que demuestra es, pues, que la gramática no tiene sentido, escrito como está en el original, sino que es más bien el resultado de la influencia del español.
Pero no todo está en la gramática. Cuando se hace un análisis a nivel discursivo e ideológico del poema, muchas cosas, como lo decimos hoy en día, no tienen una representación en el náhuatl original. Así que no hay forma lingüística para representar el sentimiento de amor, por ejemplo, ya que dicha frase no pudo haber sido escrita en náhuatl, ya que esa impresión no existe en dicho idioma.
Así pues, el mensaje central del poema, donde Nezahualcóyotl afirma amar al hombre, más que a cualquier otra cosa, para Johansson es una idea judeocristiana que no corresponde en lo absoluto a la ideología indígena prehispánica, relacionada con amar al prójimo.
Así que, aunque este poema sea hermoso, para Johansson es de manufactura moderna. Si bien, se inspira en la poesía de Nezahualcóyotl, es poco probable que se le pueda atribuir la autoría.
Al respecto, en 2013, el escritor Juan Domingo Argüelles, escribió para La Jornada un texto donde citaba los argumentos de Johansson, y agregaba que el poema no solo es moderno, sino que incluso, representa los valores del priísmo contemporáneo. Claro que no ahondaremos al respecto, pero el libro Nezahualcóyotl, Vida y Obra, de José Luis Martínez, que fue publicado con motivo de los 500 años de la muerte del gobernante, sí lo hace.