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La historia de Tepito es una historia de comercio, que al parecer puede cambiar.
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Alguna vez te contamos la historia prehispánica de la Morelos llena de altibajos y momentos asombrosos; pero la historia que se escribe en el siglo XXI también está cambiando la imagen y el rumbo de este emblemático barrio, para muchos, mal llamado “bravo”.
Como se sabe, la historia de Tepito es una historia de comercio que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, cuando el trazado de la ciudad en forma de fraccionamientos se extendió hasta las actuales colonias Morelos, La Bolsa y las antiguas colonias Violante y Díaz de León.
Con el crecimiento acelerado de la población, llegaron actividades económicas que beneficiaron a la zona con un aumento igual de acelerado, en especial los sectores de manufactura y servicios. Abundaban los talleres de maquila de ropa y calzado, de reparación de artículos y muchos locales y accesorias comerciales.
Pero por sobre todos estos locales establecidos, llegó la venta informal con puestos removibles emulando al estilo prehispánico del Tianguis. Y ya para el siglo XX, Tepito se volvió semillero de oficios artesanales como la talabartería, el ayatero, los “cambiadores” que para los años 40 y 50 llevaban carros.
Durante décadas, el Eje 1 fue uno de los epicentros del comercio informal del Centro Histórico y en específico de Tepito. En esa vialidad se podía comprar de todo: ropa, cosméticos, cervezas, bocinas, zapatos, bolsas chacharas y fayuca. Pero hoy en día esto está por cambiar, quizá. Ya que instituciones de seguridad, obras y vialidad de la CDMX realizaron un operativo para liberar de comercio en vía pública el arroyo vehicular de Eje 1 Norte donde se retiraron mil 465 puestos fijos y semifijos de la vialidad, desde Paseo de la Reforma hasta Vidal Alcocer.
Claro que no hubo violencia, ya que mediante previo aviso a los comerciantes de vía pública se quitó el 88 %, mientras que el resto fue retirado con apoyo de trabajadores del gobierno.
De esta manera se liberó la circulación de Eje 1 Norte, ya que de los cinco carriles disponibles para la vialidad sólo estaba libre uno, lo que representaba problemas de movilidad e impedimentos en la reactivación económica alrededor de esta avenida que conecta la zona centro con el oriente.
Desde mayo hubo reuniones entre el Gobierno y los líderes de comerciantes para notificar la decisión de desocupar el arroyo vehicular; también se incluyeron recorridos, una junta con representantes de organizaciones de comerciantes y notificación por escrito.
Aquí te dejamos una breve reseña visual del antes y el después.
Antes
Después