Tollan, la capital de Quetzalcóatl y la leyenda de su edificación

Foto destacada: Museo Nacional de Antropología

Tollán-Xicocotitlan es uno de los principales sitios arqueológicos del estado de Hidalgo.

 

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Tollan es una palabra náhuatl que puede traducirse como “Lugar donde abundan los Tules”; fue una ciudad que estuvo vinculada con el Tamoanchan, y en la mitología mesoamericana fue considerada una ciudad gobernada por Quetzalcóatl, la Serpiente Emplumada.

Según el mito, los habitantes de Tollan cultivaban algodón de colores, maíz de la mejor calidad y vivían en paz. Pero Tezcatlipoca, el rival de Quetzalcóatl, lo embriagó con pulque y lo hizo fornicar con su hermana Xochiquétzal. Avergonzado por lo ocurrido, Quetzalcóatl se retiró de la ciudad que gobernaba y Tollan se convirtió en un lugar donde se enseñaban las buenas costumbres.

 

Leyenda de Tollan

 

 

Según la leyenda, Quetzalcoatl fundó la ciudad llamada Tollan y fue un reino de paz y prosperidad, donde el maíz era excelente, se cultivaba algodón de colores y sólo se sacrificaban serpientes, pájaros y mariposas. Sin embargo, Tezcatlicopa, rival de Quetzalcoatl, invadió la ciudad y lo desterró del reino.

Quetzalcoatl fue a la orilla del mar y se inmoló en una pira convirtiéndose en Venus. Otra versión cuenta que subió a bordo de una balsa de serpientes y desapareció en el horizonte con la promesa de regresar.

 

 

Tollan fue una ciudad que, gobernada por Quetzalcóatl y esta relación está presente en el arte de los principales centros de poder que poco a poco se extendieron desde Teotihuacan hasta Chichén Itzá. Quetzalcóatl en Tollan, se destaca porque une la tradición de la época tolteca, la fuerza y el valor de los guerreros ancestrales, los chichimecas y la sabiduría y conocimiento del mundo civilizado.

Está representada por los nonohualcas, y en el siglo IX de nuestra era se funda Tula, denominada por los cronistas Tollán Xicocotitlán, ubicada en la región meridional del estado de Hidalgo.

 

 

En Tollan-Xicocotitlan se aprovecharon los yacimientos de cal ya que era un producto indispensable para la construcción y en la cocina mesoamericana precolombina, así como los yacimientos de basalto y riolita de Magoni y la obsidiana de la Sierra de las Navajas.

De esta formación montañosa salió el 80% del total de la obsidiana manufacturada por Tula.

Además, como Tollan fue la ciudad gobernaba por Quetzalcóatl, se convirtió en el corazón de las redes comerciales mesoamericanas. Además, fue sede de una élite militarista-teocrática que impuso su dominio en varias partes de Mesoamérica, fuera por conquista militar, por alianza política o por el establecimiento de colonias en sitios estratégicos.

 

 

Pero pronto llegó el ocaso de Tollan-Xicocotitlan en el siglo XII, es un proceso que coincide con la llamada Fase Fuego. Durante los dos siglos que duró esta etapa de la historia de la ciudad, fueron incendiados los edificios principales del centro administrativo, fue una etapa de saqueo debido a la invasión de grupos mexicas.

Esta ciudad recién fue encontrada en los años 40 del siglo XX, gracias al interés de arqueólogos e historiadores por localizar las ruinas de Tollán. Jorge R. Acosta descubrió los restos arquitectónicos de la capital de Quetzalcóatl: una pirámide cubierta por lápidas que señalaban procesiones de coyotes, guerreros y águilas devorando corazones.

 

 

Al interior de este basamento, concebida como una gran tumba ceremonial, encontró los segmentos de las famosas columnas serpentiformes y en particular las columnas inmensas con forma de guerreros divinizados a las que se les ha dado el nombre de atlantes o cariatidés. En la actualidad, gracias a los estudios de Juan Yadeun en el área urbana sabemos que en Tula no solo no ocurrió un “despoblamiento catastrófico”, sino que hubo una continuidad demográfica.

Es por eso que se han tenido diversas disputas entre arqueólogos, por saber entre grupos se pugnaban la dominación de la ciudad hasta terminar arruinándola. Los restos de uno de los edificios más importantes, el Palacio Quemado, toma su nombre actual de los indicios arqueológicos que prueban que fue incendiado. Aunque estudios recientes apuntan que la mayor parte de las edificaciones administrativas, como los templos, los templos de barrio y las áreas de consejo, fueron incendiados como parte de un ritual de terminación.

 

 

En San Miguel Eyacalco, una región cercana a Tula, ocurrió que fue hallado un extenso y complejo que también desapareció; lo mismo en zonas como Apazco, Santa María, Mesa la Ahumada y El Pedregal. Pero tras la caída de Tula hubo una continuidad demográfica en buena parte de la regional logrando parte de la preservación de los ritos y lugares, mientras que varios otros los de la ciudad iniciaron un éxodo en diversas partes de Mesoamérica.

Algunos se establecieron en Colhuacán y la élite de Culhuacán dio a los mexicas su primer tlatoani, que reclamaba como base de su legitimidad su ascendencia tolteca. A pesar del éxodo masivo de población, Tollan-Xicocotitlan nunca fue abandonada completamente, y siguió siendo una población importante en su región, aunque nunca comparable con su época de florecimiento.

 

 

Tras la conquista española se construyó una nueva población que tomó su nombre de la antigua ciudad, aunque castellanizándolo. Esta población corresponde a la actual Tula de Allende. En las inmediaciones de la zona arqueológica de Tula se encuentran los restos de una construcción de aquellos primeros años de la Colonia, que corresponden a la última fase arqueológica de Tula, conocida como Tesoro.

Los arqueólogos sacaron a la luz sitios como la gran plaza, varias canchas de juego de pelota, y un muro decorado con la sucesión de serpientes que devoran cuerpos de hombres descarnados al que llamaron coatepantli; el corolario de estos hallazgos fue el hallazgo de un chac-mool, notable testimonio del arte tolteca.

 

 

Tula, Hidalgo

Dónde: Tollan, 16 de Enero ( El Tesoro ), El Salitre, Tula de Allende, Hgo.

Cuando: lunes a domingo de 10:00 a 16:30

Cuánto: 475