Si bien la colonia Roma es una de las zonas con mayor afluencia gastronómica, es difícil encontrar un restaurante sencillo que cumpla con altas expectativas hedonistas. En especial cuando las opciones en esa zona pueden variar entre comida internacional y nacional, oneroso y económico, gourmet y fondas. Sin embargo, la Broka parece ser la excepción a esa complicada aventura de encontrar un restaurante deliciosamente sencillo.
Para llegar a él, se necesita una recomendación por parte de un amigo que pueda darte instrucciones precisas de su ubicación. Y es que su dueño, Marco Margain, prefiere una clientela recomendada por su propia calidad de cocina; así que será muy fácil perderte ya que el lugar no cuenta con letrero.
A pesar de esa aventura geográfica, la estancia en este restaurante será recompensada por alimentos en tres tiempos (sopa, plato fuerte y postre), los cuales cambiarán a diario. Es decir que un día podrás gozar de una deliciosa cochinita pibil y, otro día, un falafel que te obligará a chuparte los dedos. Aquí puedes probar fusiones de sabores que podrán incluir huauzontle o verdolagas.
Y mientras se espera la continuación de los sabores, es fácil dejarse llevar por la iluminación del patio de una casa porfiriata de la Roma, así como por los acordes de jazz que convocan a todo tipo de comensales: desde bohemios solitarios con un libro en mano hasta oficinistas de la zona. En esta mezcolanza de unidades, seguramente se podrá alcanzar una totalidad a través de la comida.
Dirección: Zacatecas 126, Roma, México, DF. C.P. 06700
Teléfono: 4437 4285
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