madre

TOP: 42 frases entrañables que toda madre te ha dicho alguna vez en su vida

La figura madre, decía Margaret Mahler, es esta representación que integra lo bueno y lo malo de aquella persona que se encargó de cuidarnos durante los primeros años de vida. Es ella quien brinda una noción, más o menos constante, de lo que merecemos recibir y hacer, de los cuidados mínimos y básicos que requerimos, de adquirir la creencia de que somos capaces de realizar hasta lo imposible con constancia, pasión y disciplina (o esa es la idea).

En nosotros se queda esta marca de esta figura madre.  Frases que seguramente, al escucharlas, nos viene a la mente la voz de nuestra figura madre diciéndolas. Frases como las siguientes:

“En esta casa se come lo que hay y en un horario establecido. Esto no es un restaurante.”

“Y si tus amigos se tiran de un puente, ¿tú también lo vas a hacer?”

“No me importa lo que hagan tus amigos, me importa lo que hagas tú.”

“Estas no son horas de llegar a casa.”

“Guárdate esas lágrimas cuando yo me muera.”

“Como te ves, me vi; como me ves, te verás.”

“En esta casa se hace lo que yo digo y punto.”

“Tápate que te vas a enfermar.”

“Te lo digo por tu bien.”

“Esto me duele más a mí que a ti.”

“Cuídate que estás ganando unos kilitos de más.”

“¿Y tú crees que yo nací ayer? Mientras tú vas, yo ya fui y vine varias veces.”

“Y como aquí tienen a la sirviente que les hace todo…”

“Eres candil de la calle y oscuridad en tu casa.”

“Te voy a quitar ese tatuaje con lija para que se te quiten las ganas de ponerte otro.”

“Usted no se manda solo. Cuando trabaje y se mantenga, hablamos.”

“Te lo dije…”

“¡Te aplacas o te aplaco!”

“Esos platos no se van a lavar solos.”

“¿Qué vas a hacer el día que me muera?”

“Pero quién te manda…”

“¿Qué hice para merecer esto…?”

“Porque lo digo yo que soy tu madre y punto.”

“Si lo busco y lo encuentro, ¿qué te hago?”

“¿Crees que estoy pintada o qué?”

“¿Qué te mandas solo o qué?

“Soy tu madre y me tienes que respetar.”

“Las gallinas de abajo nunca ensucian a las de arriba.”

“Vuélveme a voltear los ojos y te los enderezo con un chingadazo.”

“Síguete haciendo el chistosito…”

“Pero algún día tendrás hijos y dirás ‘cuánta razón tenía mi mamá’”

“Uno como quiera pero las criaturas…”

“¿Cuántas veces te he dicho que no pises cuando estoy trapeando?”

“Síguele así y te regalo al ropavejero (o señor de la basura)”

“¿Y cómo se dice?”

“Anda, lúcete.”

“Síguele y verás.”

“No te levantas de la mesa hasta que te lo acabes.”

“Me tenías con el Jesús en la boca.”

“¿Por qué me haces esto a mí?”

“¡Eres igualito a tu padre!”

“Es por tu bien.”

Fotografía principal: Lavillabebé


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