Nuestra ciudad es un gran caso cultural en donde se cuecen desde las más extrañas creencias hasta las más ortodoxas. El tiempo nos ha ejemplificado varios momentos de nuestra historia en donde las personas han luchado y persistido por sus convicciones, mientras que en otras ocasiones las han olvidado.
La Ciudad de México, en su calidad de capital, posee una gran pluralidad de creencias, la mayoría poco a poco heredadas y engendradas en nuestra psique colectiva desde mentes externas. Tristemente es difícil que la mayoría de nosotros podamos jactarnos de contener alguna clase de doctrina, religión o práctica espiritual endémica pero lo que podemos aún valorar, son esas extrañas y a veces hilarantes creencias que los abuelos o bisabuelos nos han heredado. La mayoría de ellas, han sido resultado del México colonial, que trajo consigo al Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición, institución ortodoxamente católica que castigaba la hechicería y el culto a otras religiones, especialmente el judaísmo. La Inquisición fue la encargada de satanizar todo tipo de practicas rituales y creencias a ojos de nuestros antepasados, produciendo una serie de confusiones, la más común, la de la relación de la santería con el chamanismo.
El chamanismo es una practica espiritual endémica, mientras que la santería fue herencia de los esclavos negros provenientes de cuba. Ambas, a pesar de sus acusaciones han permanecido -aunque en menor medida-, y con ellas algunas supersticiones que hoy en día los capitalinos nos sabemos de memoria.
En MXCity nos parece importante inmortalizarlas digitalmente, pues a pesar de ser dichos, mitos o supersticiones muy concurridas en las familias, son parte de nuestro legado cultural que algún día podría evaporarse entre las generaciones.
La brujería y el Mal de Ojo
Antiguamente se creía que existían personas con poderes maléficos en la mirada. De solo clavarla en una persona podían ejercer malas vibras, inclusive en bebés o niños pequeños. Se pensaba que al reflejarse en la pupila de un ojo, podíamos quedar atrapados por ella, incluso cuando las personas de vibra “fuerte” no lo hicieran a propósito. Esta creencia es un tanto milenario, se cree pudo haber surgido en Grecia o Egipto. En México es una locución que se escucha bastante frecuente.
Para prevenir el Mal de Ojo
Existen diferentes métodos y amuletos para prevenir el mal de ojo. El color rojo era uno de ellos; por ejemplo, un listón rojo alrededor de la cintura o uno en la muñeca de un bebé para su protección. De igual forma se acostumbra usar las semillas del árbol de Guanacaste, mejor conocidas como “ojo de venado”, por parecerse a uno.
Un seguro en la panza de las embarazadas cuando hay eclipse se utiliza para que los niños no sufran de labio leporino.
Amuletos de la buena suerte
Los amuletos son artefactos con gran valor místico pero también psicológico. Prácticamente cualquier artilugio puede ser de buena suerte para la psique de una persona y este probablemente de sus frutos. En la Ciudad de México se estila utilizar todo tipo de amuletos, pero los mas concurridos son la pata de conejo en los llaveros, un rosario u otros símbolos religiosos, el primer zapato que usa y deja de usar tu bebé colgado en el retrovisor del auto, una piedra obsidiana, un cuarzo o hasta un frijol rojo en el monedero.
De mala suerte
Un estudio publicado hace unos años por CNN nos dice a qué atribuyen los mexicanos la mala suerte. Predecible, la mayoría de ellos se la atribuyen a sucesos azarosos y caóticos como derramar la sal o romper un espejo (aquello de los 7 años de mala suerte).
Limpias florales
El chamanismo es una práctica espiritual que se practica en toda la República Mexicana. En la ciudad, aunque no es actividad tan vistosa como las misas católicas, las limpias florales se hacen en muchos sitios inesperados que no creerías que existen. Desde casas antiguas en el centro (o la misma plancha del Zócalo), hasta sitios alejados como Tlatelolco —por cierto el primer lugar de residencia de Pachita, la curandera más famosa de la ciudad. Como advertimos al principio de esta nota, la santería o brujería no es lo mismo que el chamanismo. Las limpias florales se dan tanto en la brujería (la magia negra y blanca) como en los ritos chamánicos y doctrinas derivadas de éste.
Una limpia muy concurrida es en la que utilizan claveles rojos y blancos, o un huevo crudo.
Para que no te dé “aire”
El mal de aire tiene dos simbióticas: por un lado significa la posibilidad de cargar con fantasmas o espíritus malos en lugares como los panteones, donde se tiene la creencia que existen almas que se rehusan a ir al “más allá” y en su lacerante desesperación son atraídos por la luz de los vivos. Para auyentar a estos espíritus se utiliza la planta y las semillas del pirul, que se pueden poner en la ropa y entre el cabello.
El otro significado es que, el pirul por su aroma fuerte, impide que el olor de los cadaveres en un panteón te enfermen del estómago (o te enfermen del mal del “aire”).
Remedios caseros
La medicina herbolaria ha sido empleada desde épocas prehispánicas. Los habitantes de la ciudad de México sabemos que los remedios caseros son invaluables, nunca fallan. Y aunque la medicina ortodoxa nos diga lo contrario, al menos en nuestra ciudad creemos fielmente en los beneficios terapéuticos que el té de yerbas del mercado, o los remedios de la abuela nos proporcionan.
Pareidolía religiosa
A la pareidolía se le atribuye un origen psicológico sin embargo, en la ciudad lo es religioso. El caso más famoso es el de la imagen de la virgen aparecida en un charco en la estación del Metro Hidalgo, a donde miles de fieles guadalupanos llevaron flores, velas y todo tipo de artilugios para montar una ofrenda.
Leyendas de fantasmas, brujas y apariciones espectrales
En la mente colectiva y en algunos espacios de la Ciudad de México, han deambulado diversos fantasmas famosos los cuales forjaron un papel importante en la historia de nuestra cultura. Desde la llorona, el estilizado catrín, las leyendas de los callejones antiguos, del toro el charro o el perro negros (que en realidad se trataba del mismo Diablo) y las brujas que se transformaban en animales o en esferas de fuego son algunos de los más fascinantes.
La Ciudad de México en épocas antiguas -cuando por lo menos no se concebía en su totalidad lo que era la electricidad-, afirmó en su totalidad haber visto todo tipo de espectros, juró que la buena y mala suerte se debía a diversos acontecimientos u objetos y más importante aún, mantuvo su fe en esta serie de extrañas creencias y suposiciones que hoy todavía vagabundean por la mente de unos cuantos; ¿qué otras conoces?
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