“Las civilizaciones del México Prehispánico se desarrollaron de una manera completamente independiente de las del Viejo Mundo, tanto las de Europa como las del Lejano Oriente. Tienen una historia y una tradición al menos tan milenaria como las más antiguas de ellas.” Carlos Viesca
Los pueblos prehispánicos tenían muy activa la contemplación y la observación del entorno. Esto los llevaba a reaccionar con experimentos posibles para sanar y curar algunas enfermedades o virus que hubiesen surgido, teniendo como respuesta una reacción positiva al tratamiento.
Había una búsqueda de remedios por medio de recetas y utilización de ciertas hierbas o ungüentos, también con oraciones y hechizos, y hasta procesos quirúrgicos.
“No existía una anatomía ni descriptiva, ni topográfica, como se esperaría desde un punto de vista occidental, sino una anatomía estructural en la que las relaciones enmarcan partes del cuerpo, sus funciones –reales o supuestas– y sus correlaciones con los astros y cuerpos celestes”, asegura Carlos Viesca Treviño, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Buscaban hacer un equilibrio entre órganos internos y los agentes externos, con esto eran especialistas en identificar la causa de las enfermedades.
Al mantenerse dentro de un entorno totalmente natural no surgían muchas dudas al respecto de qué era lo que sucedía. Se reconocían tanto causas como efectos. Era claro que si ese día la persona se había alimentado de algo en específico y ahora era su estómago el que le dolía, ese alimento había causado cierto estrago, o ese alimento bajo ciertas condiciones climáticas había desarrollado el padecimiento.
¿Existía el estrés, los padecimientos desatados por efectos psicosomáticos? Esto es, ¿había tal cosa como una enfermedad generada por un descontrol nervioso? Aparentemente no. Por ejemplo las heridas hechas con lanza o flecha eran suturadas con cabellos, el material utilizado para coser la piel. También insertaban ramas de ocote con miel dentro del cuerpo para restablecer fémures fracturados.
Además existía un gran intercambio de productos de otras áreas con otras condiciones naturales, debido al comercio generado por diversas rutas. “Alrededor de 1570, Francisco Hernández inventarió y a profundidad alrededor de 3 mil plantas, en comparación con la medicina de la antigüedad grecorromana, es una cantidad alta ya que esta última apenas contaba con poco menos de 700, se puede estimar entonces su importancia real.”
La elevada calidad del sistema de salud merece un reconocimiento, consistió en una ardua tarea de reunión de todas las aportaciones de las culturas anteriores que vivieron en las mismas tierras, cinco milenios de evolución hasta la llegada de los españoles.
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