Un breve repaso por la historia del Barrio Mágico de Santa Julia

Santa Julia se encuentra al poniente de la Ciudad de México y es parte de la delegación Miguel Hidalgo.

La historia de este barrio mágico comienza con su nombre original. Tlaxpana, que significa “el lugar donde se barre”, data  de le época prehispánica y virreinal. Durante ese periodo, esta zona se caracterizó por su tierra fértil. Es por este motivo que el cultivo de legumbres se llevaba a cabo en este lugar para después abastecer los mercados del centro de la Ciudad de México.

Alrededor del siglo XVI, para poder traer agua de Santa Fe, se construyó un acueducto de 900 arcos que pasaba por el Bosque de Chapultepec, doblando en el punto conocido como La Tlaxpana, en donde se levantó una hermosa fuente.

Estos terrenos eran de los señoríos del antiguo pueblo de Tacuba. Pero cuando comienza la conquista, pasan a ser propiedad de Hernán Cortés, quien planta la huerta de Santo Tomás y manda construir una capilla.

Más tarde, el español ordenaría el levantamiento de un hospital en 1523. El Hospital de San Lázaro, que fue el nombre de este edificio, fue el primer leprosorio de la Nueva España.

Entrado el siglo XIX, Tlaxpana y todas las áreas que la rodeaban se convirtieron en simples terrenos de vivienda. Solamente una garita, establecida en el virreinato, se localizaba en este lugar.

Con el desarrollo industrial, Tlaxpana se pobló en torno a las nuevas vías del ferrocarril que comunicaba Azcapotzalco, Tacuba y Tlanepantla. Y después de la Independencia, se fundó la primera Escuela de Agricultura del país. Asimismo, se construyó el primer edificio de la Escuela Nacional de Artes y Oficios.

En 1923, se terminó de construir el Instituto Técnico Industrial gracias a José Vasconcelos. Y en 1935, se fundó el Instituto Politécnico Nacional por Lázaro Cárdenas. Es por esta clase de instituciones que desde su origen, este barrio mágico de la ciudad es un destino de la educación del México.

Cabe mencionar, que el personaje que hizo famoso a este barrio fue el Tigre de Santa Julia, José de Jesús Negrete Molina. Se trataba de un ladrón de profesión, que tras ser capturando defecando en el Callejón del Nopalito fue encarcelado y posteriormente fusilado en el patio de la prisión. Este personaje dejó la frase popular: “Lo agarraron como al Tigre de Santa Julia.”

Lugares imperdibles de Santa Julia: Templo del Divino Rostro, Mercado de Santa Julia, Parque Salesiano, Parroquia de María Auxiliadora, Casa de Cañitas y Plaza de las Estrellas.