Es un hecho que el espacio geográfico, el espíritu esencial de los lugares, toca en muchos niveles la mente y sensibilidad de una persona, además de los otros factores que son clave en la historia y gestación de un artista. La Ciudad de México, espacio de mezclas culturales, hogar de historias y leyendas, es un lugar riquísimo que ha alimentado a las mentes creativas más espectaculares e incomparables, dotadas de una personalidad apabullante.
Hemos seleccionado a cinco de las mentes más exquisitas que dio nuestra hermosa capital en el siglo XX, personajes que contribuyeron a crear la legendaria historia intelectual de nuestra ciudad, padres de las estéticas que nos definen hasta el día de hoy…
Octavio Paz (1914-1998). Probablemente, el intelectual más importante que ha dado nuestro país, Paz fue un gran crítico literario, un poeta con una personalidad única, un ensayista brillante y apasionado, erudito traductor y espectacular diplomático.
Salvador Novo (1904-1974). Con una inteligencia excéntrica y extravagante, Novo fue ensayista, poeta, dramaturgo apasionado y un cultísimo historiador de México. Su aceptada homosexualidad, en una época en la que esto no era común, lo hace además un artista profundamente valiente.
Frida Kahlo (1907-1954). Sutil, femenina, poderosa y esencialmente surrealista, Kahlo es la madre indudable de una estética que forma parte del imaginario colectivo y que define, en México y el mundo entero, una parte de lo que es hoy “lo mexicano”.
Juan O’Gorman (1905-1982). Genial pintor, muralista y arquitecto mexicano, su obra pictórica, su originalísima estética y, sobre todo, su potentes posturas políticas, definen muchos de los más hermosos paisajes de la Ciudad de México.
Teodoro González de León (1926). Junto al gran Luis Barragán, González de León es quizá uno de los arquitectos más importantes de México. Su muy personal estilo, su monumentalidad y su elegante sobriedad han tocado de maneras irreversibles la estética de nuestra hermosa capital.
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