Una puesta coreográfica que mezcla paisajes oníricos, árboles que sobresalen en la oscuridad, flores raras y personajes entrañables.
Hace más de 400 años William Shakespeare escribió una obra de teatro llamada Sueño de una noche de verano. Una comedia acerca de un par de enamorados que al encontrar trabas para formalizar su relación deciden huir a un bosque habitado por toda clase de seres mitológicos; hombres con cabezas de burros, hadas que controlan el destino de los mortales con pócimas mágicas y humanos que se enamoran de las personas equivocadas.
Desde su estreno en 1595, esta puesta en escena ha cautivado a millones de personas en todos los rincones de la tierra, y se ha convertido en una parte esencial de la literatura.
Tal vez por eso, en el siglo XIX el célebre compositor Mendelssohn compuso una famosa obertura, que más tarde sirvió como inspiración para darle vida a uno de los ballets más hermosos que conocemos. Una puesta coreográfica que mezcla paisajes oníricos, árboles que sobresalen en la oscuridad, flores raras y personajes entrañables, que se mueven con la ligereza del viento y por momentos parecen volar en el escenario.
La buena noticia es que a partir del 19 de noviembre, la Compañía Nacional de Danza presentará en el palacio de Bellas Artes, Sueño de una noche de verano. Esta puesta contará con la coreografía de James Kelly, un talentoso bailarín y maestro de Boston, que radica en México, cuya principal preocupación al dirigir fue capturar la esencia de la obra, y mostrarles a las personas lo más brillante de este relato.
Según las palabras de Kelly, uno de los retos más grandes que se le presentaron al coreografiar este ballet en específico, fue hacerlo atemporal. Para él, la historia de desencuentros amorosos, es propicia para cualquier país y época. Porque aunque se escribió hace poco más de 400 años, los sentimientos que evocan los personajes son universales. Transmitir esto a través de la danza conlleva un gran esfuerzo, que no puede tener otro escenario que el que otorga el mayor recinto cultural de la Ciudad de México.
El Ballet Sueño de una noche de verano será interpretado por 16 bailarines y estará acompañado por la música de la Orquesta y el Coro del Teatro de Bellas Artes. Sin duda, quien vaya tendrá la oportunidad de ver en vivo una de las mejores puestas de danza que se presentan este otoño en la CDMX. Una gran historia realizada con todo el corazón del mundo.
Recuerda que los boletos se agotan. Para mayor información consulta la cartelera.
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