Un lugar perfecto para escapar un rato de la locura de la gran urbe.
Dentro del hermoso bosque de Chapultepec se encuentra un tótem canadiense tallado por integrantes de la nación Kwakwaka ´wakw, un pueblo originario de la provincia de la Columbia Británica de Canadá.
Este tótem fue un regalo del gobierno de Canadá al pueblo mexicano, por los festejos de sus 150 años como nación independiente que se cumplieron en 1960. Simboliza la amistad entre los dos países.
Fue diseñado por el artista Mungo Martin descendiente del clan Kwakwaka´ wakw, mide 11 metros de altura y fue tallado en un tronco de cedro rojo. Las figuras representan la mitología indígena canadiense tales como el águila, el halcón, la ballena y el castor. Como corona tiene un pájaro del trueno, animal mítico que aparece en las leyendas del clan. Cabe resaltar que los tótems son utilizados para contar historias, y representan el lazo entre las tribus con las fuerzas misteriosas de la naturaleza que los rodea. Su origen se remonta a muchos siglos antes del descubrimiento de Canadá.
Con el paso de los años el tótem sufrió un desgaste natural por las inclemencias climáticas por lo que en el año 2014 el gobierno de Canadá decidió restaurarlo dentro del marco de las celebraciones del 70 aniversario de las relaciones diplomáticas entre los dos países. En este proceso participaron tanto artistas canadienses como mexicanos.
El tótem se ubica en la primera sección del Bosque de Chapultepec, a espaldas de los Pinos; la entrada más cercana se encuentra sobre avenida Constituyentes y es un lugar ideal para leer un buen libro, hacer un picnic o simplemente dar una vuelta y disfrutar del silencio que rodea a este hermoso paisaje natural.
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