Muros vacíos para demostrarle a la gente lo importante que son los migrantes.
El Davis Museum en Massachusetts, se unió de una manera muy particular a la ola de protestas que hay Estados Unidos debido a las fuertes medidas anti migratorias que ha tomado el nuevo presidente de su país.
Durante unos días dicho museo retiró o cubrió temporalmente 120 piezas de arte hechas por artistas migrantes, o donadas por coleccionistas nacidos en el extranjero como una forma de adelantar el vacío que quedará en el país si se van los migrantes.
Este movimiento se llamó Art Less, y consistió no sólo en quitar o tapar el 20% de la colección permanente de este recinto artístico, sino en poner una serie de carteles en los espacios sin arte que tenían la leyenda “obra hecha o donada por un migrante”
Durante cinco jornadas, los visitantes se pararon frente a la desolación de los muros vacíos, y literalmente atestiguaron qué sería de su país si las fronteras se cerraran y deportan a todos los que según Trump no están poniendo a “América primero”.
Paradójicamente al discurso de Donald Trump, que en más de una ocasión ha llamado a los extranjeros “bad hombres”, de entre las obras de arte que se tuvieron que cubrir se encuentra el emblemático retrato de George Washington pintado por Adolf Ulrik, un migrante sueco que llegó a Estados Unidos a finales del siglo XVII.
Esta genial iniciativa se suma a otros proyectos que han habido en diversos recintos culturales de Estados Unidos a favor de la causa migrante. A inicios de febrero el afamado MoMA en Nueva York exhibió, en vez de su colección permanente, una serie de obras realizadas por artistas musulmanes que pertenecen a los siete países que se enfrentaron al veto temporal que impuso el presidente.
Así como un museo sin arte no es museo, una democracia sin tolerancia a la diversidad tal vez no deba llamarse democracia. Por lo menos, es bueno saber que en muchas partes de Estados Unidos se lucha todos los días por la tolerancia.
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