Formas, colores, simetría y un puñado de ingredientes estimulantes son parte de la imagen de la Ciudad de México desde los cielos.
Gracias al drone, innumerables escenarios del mundo han podido mirarse desde otra perspectiva, una que advierte que las formas, a gran escala, dibujan otra realidad a la que posiblemente no estamos acostumbrados, y sin embargo está ahí.
A primera vista, se pueden confundir muchos de estos escenarios y parecer irreconocibles, sin embargo, cada toma es tan cautivadora como sorpresiva debido a su sencillez y elegancia. Mirarlos desde esa otra escala nos han permitido imaginarlos desde los más simples de sus trazos, y mantenerlos en nuestra memoria, quizá, como una especie de retrato minimalista capturado desde el universo.
Otra buena perspectiva de ver lugares desde la mirada de un drone, es imaginarlos como esos otros espacios que aguardan el orden de un caos ya implícito desde una perspectiva bidimensional. Dicho de otra forma: escenarios que despliegan un hermoso orden incluso desde una ciudad tan poblada, variada, exótica y ensimismada como lo es la Ciudad de México.
Resulta fascinante observar como los fotógrafos Karolis Janulis, Kevin Soto y Dominica Lim han podido capturar a la capital mexicana desde este otro ángulo, y además sacarle jugo a ese otro aspecto simétrico que no se mira desde nuestro cuadro cotidiano, pero que lo hace desde una especie de heterotopia: espacios que cohabitan en nuestra realidad cotidiana, pero que representan esos espacios diferentes, esos otros lugares, esas simulaciones míticas y a su vez reales del espacio en el que vivimos.
Porque una perspectiva aerea, sin duda siempre realzará la belleza –casi utópica– de estas selvas urbanas que día a día concurrimos:
* Fotografías: Karolis Janulis, Kevin Soto y Dominica Lim / drones-mx.com
*Principal: Karolis Janulis
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