Tingambato, una ciudad prehispánica oculta es explorada con drones

Con estos drones descubren los secretos de esta increíble ciudad.

 

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Santiago Tingambato es uno de los sitios representativos de la etapa anterior al apogeo del señorío tarasco con rasgos teotihuacanos, mezclados con tradiciones locales. Entre 1978 y 1979, los arqueólogos Román Piña Chan y Kuniaki Ohi realizaron la mayor parte de las excavaciones arqueológicas que hoy podemos visitar.

En este sitio destacan la construcción de grandes plataformas donde se construyeron basamentos piramidales, juego de pelota, múltiples cuartos habitacionales y varias tumbas donde se hallaron ofrendas. A la fecha ha sido explorada una parte mínima del sitio quedando aun una gran parte de la historia de esta ciudad por descubrir.

 

José Luis Punzo

 

La Zona Arqueológica Tingambato, ubicada en el estado de Michoacán, y contemporánea a Teotihuacan, está entre Uruapan y Pátzcuaro, Michoacán, y para llegar a algunas de sus áreas se emplea tecnología pues está en medio de huertos de aguacate.

El investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) José Luis Punzo, afirma que Tingambato es una zona arqueológica que fue habitada entre el año Cero y el 900 d.C. por pobladores de la región y que en un momento fue contemporánea a Teotihuacan y después continuó en el periodo Epiclásico (650-900 d.C.)

 

José Luis Punzo

 

Las más recientes investigaciones, han contribuido a descubrir y confirmar que debajo de la ciudad había otras dos ciudades previas, pero que por algún motivo fueron enterradas, y se encuentran a cerca de 4 metros de profundidad.  Pero aún no se cuenta con los datos de por qué se destruyeron las otras ciudades. La Zona Arqueológica se encuentra sobre un terreno fértil, lleno de vegetación en donde sólo han sido exploradas alrededor de 100 hectáreas, pero su estudio no es fácil porque en algunas partes hay huertos de aguacate.

Es por eso que Luis Punzo decidió investigar la zona utilización de las tecnologías Lidar (Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging) y drones. “Los estudios se hacen con tecnologías Lidar y drones, son caras, pero si comparamos los resultados obtenidos con éstas, el tiempo y costo que tendríamos que tener si no la utilizáramos, nos daríamos cuenta que no son tan costosas”, sostiene.

 

José Luis Punzo

 

José Luis Punzo

 

Desde 2014 es explorada con drones que portan equipos de fotografía, con los que se captan imágenes aéreas (ortofotografías), mismas que contribuyen a la generación de modelos tridimensionales. Las ortofotografías contribuyen al registro de pirámides e incluso en procesos de excavación, pero esa no es la única tecnología, también hace uso de la Lidar.

El uso de los drones y la Lidar es complementario, porque, por un lado, un dron genera una “nube de puntos” con la que se genera un modelo, pero este presenta una problemática: la imagen incluye la cubierta, por lo que el dron es muy útil en zonas donde no tenemos mucha vegetación.

 

José Luis Punzo

 

La tecnología Lidar terrestre consiste en la colocación de un instrumento sobre un tripié y se le colocan varios sensores de referencia. El objeto gira 360 grados y dispara una gran cantidad de pulsos láser que pegan en cualquier superficie, con lo que se genera otra nube de puntos. “Después, con ayuda de algunos algoritmos se retira la capa vegetal, es decir, con esto se descubren ciudades”.

 

 

Se sabe que hubo un gran incendio, hay zonas quemadas, no se sabe si se trató de un problema social interno o un problema ecológico. “Gracias a geólogos y geofísicos que estudian volcanes cercanos, sabemos que hubo una erupciones en las zonas cercanas en ese momento, pero aún no tenemos datos precisos”, enfatizó

José Luis Punzo precisa: “Estamos trabajando con la Universidad de Harvard para realizarle estudios de ADN. Hemos descubierto que tenía una deformación craneal y los dientes modificados, es decir, se trata de una persona de alto rango”. Tras los resultados en Tingambato, dice Punzo, quieren utilizar las mismas tecnologías en Tzintzuntzan, zona en la que se realizará un estudio de más de 50 kilómetros cuadrados: “Es un proyecto de investigación Lidar en conjunto con Conacyt, pero por la crisis sanitaria de Covid-19, todo está detenido. Está en proceso y estamos viendo con qué equipo se va a trabajar”, adelanta el arqueólogo.

Aquí te dejamos la conferencia sobre este tema:

Tingambato: LIDAR, drones y tumbas en una ciudad michoacana del Clásico