Chochas o flor de izote, la joya de la gastronomía tamaulipeca

La flor de izote es hermosa y tiene un sabor muy peculiar.

 

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La yuca o pita es una planta endémica del altiplano tamaulipeco que florece entre los meses de enero y febrero. Estas curiosas florecillas blancas se llaman flor de izote, pero también se conocen como chochas en la zona que además las consume.

Los municipios de Bustamante, Jaumave, Palmillas, Miquihuana, Tula y Ciudad Victoria, con las principales en consumir este manjar que crece en el semidesierto y, que por lo tanto, es imposible de calcular su producción, ya la gente solo las cosecha, igual que el oro que guarda la tierra, las chochas se encuentran.

 

 

 

Su venta se da por todo el territorio de Tamaulipas, sobre todo en los mercados donde los precios pueden variar desde bolsitas de $25 pesos hasta racimos de $200, costos que pueden variar después con el regateo o la oferta.

Al ser una consumible sin inversión de cultivo, su ganancia es total; pero los que la consiguen opinan diferente, ya que hay que ir al desierto a conseguirla en el momento adecuado, antes de que abra la flor, a lo que se suma que sólo se puede conseguir un par de meses.

 

 

 

De acuerdo con una investigación del Instituto de Ecología Aplicada de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), las chochas tienen 36 por ciento de proteína, 30 por ciento de carbohidratos y solo 1.9 de grasas, a sabiendas de su rendimiento nutrimental, en la zona se consume también por adjudicársele propiedades curativas.

Su consumo ha ido variando mucho con los años pues, aunque aún es un platillo muy hogareño, con los años ha ido ocupando un espacio importante en los restaurantes gourmet de la zona.

 

 

 

Tradicionalmente se preparan con huevo y piquín (también endémico) pero ya se les puede encontrar en compañía de proteínas como el puerco. Para algunos la flor es tan deliciosa, que es mejor disfrutarla sin opacarla con otro sabor.

El objetivo principal de su preparación es no amargarlas, para lo cual se recomienda “deshojarlas” con atención. A las flores que ya vienen abiertas se les debe quitar el centro para dejar únicamente los pétalos, a los botones -flor cerrada- se les corta el “rabo” para sacar el pistilo y el polen, que dicen, es lo que amarga el platillo.

 

 

Una vez limpias se pican para vaciarlas en una olla con aceite bien caliente durante 5 minutos, después de agrega sal y ajo picado finamente, a la preparación se le da vuelta para integrar los ingredientes que se deseen.

Las chochas representan la identidad y cultura de Tamaulipas, de donde son endémicas, y donde nacen sin ser cultivadas.

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