Foto destacada: Gob.mx
Desde arte rupestre, hasta el pasado prehispánico y colonial, todo se puede disfrutar en Huichapan.
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En Huichiapan se encuentra una magnifica construcción de 14 arcos, con 155 metros de largo y 44 de altura, considerado el más alto de Latinoamérica. Existen aguas termales y un acueducto construido entre 1732 y 1738. En este pueblo se pueden observar pinturas rupestres que dan fe de los primeros exploradores de Huichapan, al igual que los rastros de culturas Otomí, Teotihuacana, Tolteca y Azteca, que también habitaron esta región.
“Huichapan”, en lengua náhuatl, significa “río de los sauces”. Los toltecas, quienes según historiadores se asentaron en esta zona, la nombraron Hueychapan, o “abundancia de agua”.
Debido a estas y muchas razones más, se ha propuesto que Huichapan sea zona de monumentos históricos por su conjunto conventual franciscano, parques, la plaza de la Campana y el panteón municipal.
Se trata de un proyecto de decreto presentado a la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) se detalló que la protegida estará conformada por 44 manzanas con 150 inmuebles de valor histórico, edificados entre los siglos 16 y 19.
Entre los monumentos más importantes se destaca al conjunto conventual franciscano de San Mateo, conformado por el templo de San Mateo Apóstol, la capilla de la Virgen de Guadalupe, la capilla de la Tercera Orden, el Chapitel, el antiguo convento de San Mateo, el convento de las hijas de María Inmaculada del Consuelo, la Casa del Artesano y la cruz atrial.
Se hace mención especial del templo del Señor del Calvario, la Capilla de San Mateo, la Presidencia Municipal, la Casa de la Cultura y la antigua Casa del Diezmo, así como del jardín Ignacio Zaragoza, el parque Villagrán, la plaza de la Campana y el panteón municipal.
Este tipo de decretos, previstos en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, están reservados para áreas que contienen “varios monumentos históricos relacionados con un suceso nacional” o que se encuentran vinculadas a “hechos pretéritos de relevancia para el País”.
El proyecto de decreto destaca que Huichapan tiene su origen como asentamiento otomí, dominado por los acolhuas, y que su cualidad de zona sagrada quedó testimoniada por las pinturas rupestres encontradas en el área.
Señala también que en el siglo 16, tras la Conquista, el otomí Juan de San Francisco escribió ahí el Códice de Huichapan, una importante relación de acontecimientos previos y posteriores a la llegada de los españoles.
El documento también destaca la importancia estratégica del asentamiento en la red de caminos del País desde el siglo 16, como punto importante comercial y social, sobre todo por la posibilidad que ofrecía para comunicar las minas de Pachuca con las de Ixmiquilpan y Zimapán, y ofrecer rutas hacia otras partes de la República.
Ya durante la Guerra de Independencia, Huichapan tuvo la que se conoce como la primera celebración del Grito de Independencia, en 1812, llevada a cabo por el insurgente Ignacio López Rayón.
A partir de esto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) quedará facultado para aprobar toda obra que se realice en la zona de monumentos históricos, incluyendo la colocación de anuncios, carteles, templetes o cualquier tipo de instalación. También deberá promover programas educativos y de divulgación sobre la zona, particularmente para estimular el respeto por los monumentos de Huichapan.
A través de la Secretaría de Cultura, el Gobierno Federal deberá proponer un acuerdo de coordinación con el estado de Hidalgo para establecer las bases de la coordinación para la preservación de la zona de monumentos.
Huichiapan, Hidalgo
Dónde: a dos horas y media de la CDMX
Cuando: todo el año
Entrada libre