La galería Punto de Cruz apoya el arte indígena.
El punto de cruz es una forma popular de bordadoen la que se usan puntadas que quedan en forma de equis. Este bordado se realiza sobre tejidos de trama uniforme y distinguible, y con menos frecuencia en tejidos de trama no uniforme, colocándoles encima un tejido de trama uniforme que se retira hilo por hilo al finalizar el bordado. Pero en la CDMX, en el corazón de la Roma, el punto de cruz no es un bordado para coser, es una atractiva cafetería con productos de primera calidad: café, cacao y maíz que ayuda a difundir el arte huichol. Sus chilaquiles de maíz de colores son de los mejores que hay en la ciudad. Punto de Cruz es un proyecto de tres personas con pasiones diferentes que lograron convergencia en un lugar de la colonia Roma. Katia Hermosillo, quien hace joyas de plata y oro bajo el nombre de Haramara; Jorge Martínez, quien cuenta con una galería que apoya a los artesanos mexicanos de comunidades huicholes, y Luis Palma, el encargado de la parte gastronómica de este proyecto que está por cumplir un año. Palma tiene experiencia de más de 10 años en trabajar en renombrados restaurantes en Cancún, París, Uruguay, Brasil y en la Ciudad de México en el restaurante Biko y en Buna como director gastronómico. Luis hacer barras de chocolate desde el tostado y el pelado de la semilla, el primer molido a 70 grados en el agrega leche y el molido temperado con una duración de hasta 72 horas para después moldear en frío las barras. Además, el chocolate se ocupa como ingrediente para bebidas como el moca con café orgánico. El maíz con el que hacen sus tortillas a mano son traídos de las comunidades de donde obtienen el arte de la galería, y con las que Jorge y Katya trabajan muy de cerca en una relación casi familiar que los lleva a trasladarse a estos lugares cada tres meses, en especial a la Sierra de Jalisco. Este trato con las comunidades hace de la experiencia gastronómica y de la oferta de la galería un plus que los diferencia con cualquier otro lugar de la zona en precio, sabor y apoyo directo a etnias. Lo que se ofrece en Punto de Cruz es comida tradicional mexicana. Entre sus platillos están los frijoles con hoja santa, enchiladas en salsa verde con cilantro y epazote, o en salsa roja con chipotle y piloncillo, por nombrar algunos. Uno de los proyectos alternos que promueven de boca en boca es su cata a puerta cerrada de cinco tiempos maridados con mezcal, a la cual necesitas reservación. En su esfuerzo por apoyar a las comunidades huicholes, se realizan festivales donde algunas familias huicholes puedan producir su arte sin preocuparse por generar ingresos de otro tipo. Además es posible encontrar varias opciones para apoyar el consumo local, desde las artesanías huicholes y el barro negro, hasta la joyería en plata y oro, pero en especial la gastronomía, que como nos comenta el chef, es difícil posicionar si no se transmite de boca en boca. Una de las galerías que apoya Punto de Cruz es la del arte tradicional Yawí, que junto a la sociedad cooperativa Calpulli Netzahualcóyotl S.C., desarrolla un proyecto artístico de apoyo a las comunidades y etnias autóctonas de la región occidental de México, específicamente enfocado a la cultura Huichola (Wixárika). Esto con la intención de facilitar el acceso público al exquisito arte sacro característico de un grupo humano tan particular, traduciéndolo en beneficios directos para este sector de la población que se encuentra particularmente marginado respecto de los procesos socio-productivos en el país. Las técnicas artísticas empleadas en la elaboración de estas piezas de arte, como son el tejido en telar de cintura, el bordado antiguo, los mosaicos de cuentas o la unión por hilo, datan del periodo arcaico en la historia de la población del territorio mexicano, con una antigüedad de alrededor de cinco mil años, y a pesar de haber sido adaptadas en la modernidad al uso y fabricación de materiales contemporáneos, su ejecución y su significado no han variado en lo más mínimo. Por supuesto, los huicholes también emplean el punto de cruz al hacer morrales y en los vestidos típicos, viene de “punto de cruz de bordado”. Aquí está el link si deseas visitar el sitio Los chilaquiles son de sus platillos estrella de este café, ya que los totopos son de colores y la salsa especial de la casa. Se utilizan tres de los cinco colores que tiene el maíz, y trabajan con con maíz blanco, maíz azul o negro y maíz rojo. Además todo el maíz de Punto de Cruz es grano cultivado en conjunto con huicholes. Esto lo convierte en un producto con la mayor certificación orgánica, ya que ellos jamás utilizarían algún aditamento. Y como para los huicholes el maíz es sagrado, esto hace que el sabor de la comida sea espectacular.
Punto de Cruz Galería y Café
¿Dónde?Puebla 303, Roma. ¿Cuándo? Lunes a viernes 9 a 20 hrs; sábado 9 a 18:30. ¿Cuánto? $ 80 – $250 Facebook // Instagram