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La escultura de un guerrero maya fue descubierta en la ciudad de Xelhá, Yucatán.
En el Templo 6 de Maudslay, del conjunto Casa Colorada de Chichén Itzá, fue encontrada la escultura de un guerrero que se caracteriza por un yelmo ceñido de serpiente con las fauces abiertas y un tocado de plumas. Este rostro esculpido de un guerrero, fue encontrado durante las excavaciones para mejorar la zona arqueológica.
Es el descubrimiento más reciente de “la ciudad al borde del pozo de los itzáes”, significado del nombre del sitio en lengua maya. Esta información fue dada a conocer en “la mañanera” Diego Prieto Hernández, Director del INAH, que además presentó los reportes del salvamento arqueológico realizado en su fase conclusiva en las obras del Tren Maya.
Se cree que este guerrero debió formar parte de un diseño escultórico mayor, y fue encontrado como parte del relleno constructivo, en el lado este del basamento del Templo 6 de Maudslay (Estructura 3C11), llamado así en alusión al explorador británico.
El rostro del guerrero es una pieza de 33 centímetros de alto, 28 centímetros de ancho y 22 de profundidad que, a pesar de estar fracturada, destaca por presentar un buen estado de conservación. Gracias a ello, se puede deducir que sus parámetros escultóricos concuerdan con los utilizados en las épocas más tempranas de la ciudad maya.
Xelhá, en donde fue hallada la escultura, fue el puerto más grande e importante del reino de Cobá, como lo refieren sus palacios decorados con pinturas murales, los cuales recuerdan la fuerte presencia que Teotihuacan tuvo en el área maya, en aquellos tiempos.
Fue a la llegada de los españoles que este paraíso quedó casi en el abandono; muchos de sus habitantes murieron a causa de las nuevas enfermedades traídas por los europeos y otros huyeron tierra adentro. Para 1550, el lugar estaba en ruinas.
Hoy en día se habilitan 1,800 metros lineales de senderos para recorrido, con más de 200 nuevas cédulas informativas y de orientación; además, se acondiciona una nueva unidad de servicios y una sala de interpretación para el mayor conocimiento y comprensión del lugar. También contará con un estacionamiento para recibir al público.
En los siete tramos liberados para la construcción del Tren Maya, hasta el día 9 de noviembre de 2023, se han registrado y preservado 57,146 elementos inmuebles; 1,925 bienes muebles; 1,398,083 fragmentos de cerámica y 1,467 piezas en restauración. A tales cifras se añaden 660 enterramientos humanos, y 2,252 rasgos naturales asociados a antiguos asentamientos.