Foto destacada Octavio Esparza/UNAM
Este hallazgo se realizó con tecnología que permitió identificar edificaciones perdidas en Balam Kú.
Ivan Ṡprajc y su equipo de arqueólogos, se internaron 60 kilómetros por callejones madereros cubiertos de espesa vegetación, en donde pudieron localizar un sitio monumental dentro de la reserva ecológica Balamkú, al sur de esta entidad, al que han nombrado Ocomtún (“columna de piedra”, en maya yucateco), debido a las numerosas columnas cilíndricas de piedra dispersas en el antiguo asentamiento.
La ubicación de la milenaria urbe maya, fue hallada debido a la inversión que se hizo, para llevar a los arqueólogos a una extensa área “desconocida” para los expertos. Esta ocupa la parte central del estado de Campeche, colindando al sur con la carretera Escárcega-Chetumal, al oriente con el sector norte de la Reserva de la Biosfera de Calakmul y al norte con la región de los Chenes: 3,000 kilómetros cuadrados deshabitados, cubiertos por la selva mediana.
El equipo se enfocó en el territorio de Calakmul, en Balamkú, un área sujeta a conservación ecológica, donde por imágenes aéreas del terreno parecía probable la presencia de vestigios arqueológicos. En dicha área, el National Center for Airborne Laser Mapping, de la Universidad de Houston, Estados Unidos, llevó a cabo un escaneo láser (LiDAR) aerotransportado de esa superficie, cuyas imágenes resultantes fueron de gran ayuda para el proyecto, integrado también por el especialista en epigrafía maya.
Ivan Ṡprajc comentó, que los datos LiDAR se reconocieron numerosas concentraciones de estructuras prehispánicas que, como lo revelaron las inspecciones en campo, comparten varias características, además de tener peculiaridades que contrastan con lo conocido de otras partes del área maya. “La mayor sorpresa resultó ser el sitio ubicado en una ‘península’ de terreno elevado, rodeada por extensos humedales. Su núcleo monumental cubre más de 50 hectáreas y cuenta con diversos edificios de grandes dimensiones, incluyendo varias estructuras piramidales de más de 15 metros de altura.”
El sitio fungió como un centro importante a nivel regional, en donde fueron recolectadas piezas cerámicas, y halladas numerosas columnas cilíndricas, que debieron ser parte de las entradas a los aposentos superiores de los edificios. Cercanos a Ocomtún se ubican los sitios de la región de los Chenes, Nadzcaan y Chactún.
Sobre Ocomtún, Ṡprajc destaca el sureste del núcleo, conformado por tres plazas dominadas por imponentes edificios y rodeadas por varios grupos de patio: “entre las dos plazas mayores se extiende un conjunto compuesto por diversas estructuras bajas y alargadas, dispuestas casi en círculos concéntricos; también se incluye un juego de pelota”.
Se cree que Ocomtún sufrió alteraciones en los adoratorios al centro de patios y plazuelas, con elementos constructivos que fueron extraídos de los edificios aledaños. Por último, Ivan Ṡprajc informa que también se exploraron estructuras en el área que se extiende hasta el río La Rigueña, de características parecidas a Ocomtún: escalinatas, columnas monolíticas y ausencia de monumentos con inscripciones. Asimismo, se encontraron varios conjuntos de uso desconocido, parecidos al localizado en el complejo sureste de Ocomtún, que en algunos casos incluyen el juego de pelota, y en otros, altares centrales. Es posible que se trate de mercados o espacios destinados a rituales comunitarios, pero solo investigaciones futuras arrojarán luz sobre las funciones de estos conjuntos, los cuales representan una peculiaridad regional.
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