El 29 de septiembre no es cualquier fecha en el calendario. Es el Día Nacional del Maíz, declarado oficialmente en 2019 por el Senado de la República, y un recordatorio del vínculo profundo entre México y uno de sus mayores tesoros: el maíz. Este grano no solo alimenta, también conecta a los mexicanos con su historia, su tierra y su cultura.
Desde hace más de 7,000 años, los habitantes de Mesoamérica domesticaron el teocintle para crear el maíz que conocemos hoy. Fue la base de civilizaciones como los aztecas, mayas, zapotecas y mixtecas, impulsando su desarrollo social, económico y cultural. Edgar Anderson, investigador estadounidense, lo resumió: “México, más que ningún otro país del Nuevo Mundo, es la tierra del maíz”.
México es el centro de origen del maíz y alberga una diversidad única: de las 64 razas registradas en el país, 59 son nativas. Este patrimonio biocultural nos convierte en guardianes de una biodiversidad sin paralelo, donde cada variedad tiene su historia, su tierra y su sabor. Razas como el Cacahuacintle, usado en el pozole, o el Palomero Toluqueño, imprescindible para las palomitas, son apenas ejemplos de esta riqueza.
Pero el maíz va más allá de la genética. Representa autosuficiencia, soberanía alimentaria y cultura viva. En 2023, México produjo más de 27 millones de toneladas de maíz, con Sinaloa, Jalisco y Michoacán a la cabeza. Cada mexicano consume medio kilo de maíz diario, casi la mitad de su ingesta calórica, y una cuarta parte de proteína, lo que refleja su centralidad en la alimentación y la vida cotidiana.
El maíz también es identidad. En las lenguas indígenas tiene nombres distintos: Andárani en purépecha, Bachi en yaqui, Hapxöl en seri, Imari en huichol, Ithith en huasteco. Estas palabras son memoria viva de comunidades que han protegido este grano durante siglos, frente a cultivos transgénicos y desafíos climáticos.
El marco legal mexicano refuerza este vínculo: en 2020 se publicó la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo, que busca recuperar y preservar las semillas nativas, promover su consumo y proteger la soberanía alimentaria. Además, la Constitución reconoce el derecho a la alimentación suficiente y nutritiva, y el Día Nacional del Maíz se alinea con la Agenda 2030, que busca garantizar acceso a alimentos de calidad para todos.
Hoy, el Día Nacional del Maíz es un homenaje a los campesinos, a las comunidades indígenas y a cada mexicano que reconoce en este grano un símbolo de resistencia, cultura y sustento. Celebrarlo es recordar que el maíz no es solo alimento: es historia, identidad y patrimonio de México.

