El Dia de Muertos es una de las tradiciones más importantes de nuestro país, y en cada región se distingue por la peculiaridad de sus costumbres y usanzas locales.
Del 25 de Octubre al 2 de Noviembre se lleva a cabo el “Festival de las Ánimas”, que consiste en exponer a lo largo de una semana, en diferentes recintos y espacios públicos, variedad de actividades culturales, gastronómicas y lúdicas que se dedican a nuestros fieles difuntos.
El festival inicia con el Paseo de las Ánimas, en la que cientos de personas visten con el traje tradicional yucateco representando a la muerte con los rostros maquillados de llamativas calaveras para emprender un recorrido que inicia en el Cementerio General y termina en el Arco de San Juan,
Durante el trayecto, acompañados por música regional interpretada por agrupaciones musicales y el barullo de los asistentes, se aprecian los más de cien altares colocados cuidadosamente por diversas oficinas del gobierno, instituciones, escuelas, comercios y vecinos.
Los platillos estelares de esta región son el pib yucateco y el xec.
El mucbipollo se prepara en los estados de la península de Yucatán, donde la celebración de Día de Muertos se llama Hanal Pixan. La peculiaridad de este tamal consiste en su cocción enterrada, de la misma forma en que se hace la tradicional cochinita pibil.
El mucbipollo está presente en las mesas de las familias yucatecas durante la temporada del Día de Muertos. Pero, ¿qué lleva exactamente y cuál es su origen? Sigue leyendo para descubrir su historia y el modo de preparación.
Mucbipollo, una receta maya
Hoy en día, el mucbipollo más común es el que se hace dentro de un molde de forma cuadrada donde se acomoda la masa preparada con manteca de cerdo, otra masa colorada o salsa roja a la que llaman k’ool, hecha principalmente con caldo teñido con achiote.
Antiguamente, cuando era un platillo exclusivamente maya, la proteína principal era pavo o guajolote. Después se intercambió por el pollo y finalmente acabó por añadirse el cerdo, aunque realmente se puede encontrar con cualquiera de las tres. Se considera un preparado muy sabroso y especial, que después de desenterrarlo se corta en cuadros para poder servirlo.
Este platillo se coloca en el altar como parte de la ofrenda a los muertos. Todavía existe un mucbipollo más antiguo, conocido como pib, que se envuelve en hojas blancas que parecen de plátano, redondas, como discos gruesos de 30 centímetros de diámetro y casi 5 de grosor.
Los ingredientes son básicamente los mismos, algunas veces se le añaden frijoles espelón (en maya xp’elon) en toda la masa y parecen pecas o puntos negros. No se enmolda, debido a esto el delicioso preparado es más seco, sin embargo, esa es una característica esperada, pues suele acompañarse con chocolate de agua. De molde o envuelto en hoja, también existe la costumbre de comer xeek después del mucbipollo, una fresca ensalada de jícama aderezada con jugo de naranja agria que, aunque no es precisamente un postre, marca el final de la comida.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura, el mucbipollo tiene su origen en la cultura maya, su nombre proviene del vocablo mukbil, que significa “algo que debe ser enterrado”.
El pib simboliza el ciclo de la vida y la muerte. Enterrarlo para cocinarlo representa el retorno a la tierra, y desenterrarlo para comerlo, la renovación y la conexión con los ancestros.
Es una manera de honrar a los difuntos, de agradecerles, pues el primer pedazo de pib o el primer pib que sale del horno, va directo a los altares.
Se trata de un gran tamal redondo o cuadrado, preparado con masa de maíz, que se prepara con manteca de cerdo y diversos condimentos, como el espelón, una especie de frijol negro de la Península que sólo se da en esta época del año.
Además de tomate, manteca de cerdo, chile morrón, col, ajo asado, cebolla y epazote.
Su relleno puede ser de pollo, pavo, cerdo o res, mezclado en una salsa espesa llamada kol, elaborada con el caldo de cocción de la carne y achiote.
La característica que lo distingue es su cocción tradicional bajo tierra, con una duración aproximada de 5 horas, envuelto en hojas de plátano, aunque hoy en día muchas familias optan por hornearlo. Las familias lo cocinan también en casa, ya sea en horno de leña o tradicional, con la esperanza de que los que se adelantaron vuelvan estos días y sean atraídos por el olor del pib.
Cuando se cocina bajo tierra, hay que llevar leña, para que se cueza la masa, para que salga doradito, y el proceso enterrado es de hora y media a dos horas.
Durante estas fechas, el municipio de Akil aumenta la producción de hojas de plátano, indispensables para elaborar el pib.
El xec, la ensalada fresca del Hanal Pixán
El xec es una ensalada típica del sureste mexicano que se prepara especialmente para las ofrendas del Día de Muertos.
Su nombre significa “revuelto o revoltijo” en maya, y entre los yucatecos también se usa de forma coloquial para describir algo desordenado.
Este colorido platillo combina naranja, mandarina, toronja y jícama, bañadas con jugo de naranja agria, un toque de chile piquín y cilantro.
El resultado es una mezcla fresca, ácida y picante que complementa a la perfección los sabores del mucbipollo.

