Hallazgos arqueológicos de la CDMX, develan datos sobre el origen de Huitzilopochtli

Fotos: INAH

Arqueología, fuentes históricas y mitología han ayudado a los expertos a identificar los rasgos distintivos del dios de la guerra: Huitzilopochtli.

 

Huitzilopochtli es el dios de la guerra, nacido de Coatlicue, Madre Tierra, quien quedó embarazada por medio de una bola de plumas o algodón azulino que cayó del cielo mientras barría los templos de la sierra de Tollan. Sus 400 hermanos (Centzonhuitznahua) al notar el embarazo de su madre y a instancias de su hermana Coyolxauhqui, decidieron ejecutar al hijo al nacer para ocultar la supuesta deshonra, al ser Huitzilopochtli un hijo no natural de su padre, Mixcóatl u Ometecuhtli.

Huitzilopochtli nació y tomó a la mítica arma Xiuhcóatl (serpiente de fuego) entre sus manos, venció y mató fácilmente a Coyolxauhqui y los Centzonhuitznahua, donde Coyolxauhqui quedó desmembrada al caer por las laderas de la montaña mitológica llamada Coatépec. Huitzilopochtli tomó la cabeza de su hermana y la arrojó al cielo, con lo que se convirtió en la regidora de la Luna, siendo Huitzilopochtli el regidor del Sol.

Este suceso era celebrado por los Mexica-Nahuatlacas el último día del decimoquinto mes del calendario náhuatl que es Pānquetzaliztli (Levantamiento de las Banderas), donde su equivalente al calendario actual es el 9 de diciembre del calendario juliano o el 19 de diciembre del vigente calendario gregoriano, con la variante del 18 de diciembre en años bisiestos.

Recientemente, el arqueólogo Leonardo López Luján dictó una conferencia virtual llamada ‘Noche y día en el Templo Mayor de Tenochtitlan’, donde se abordó el modo en que los recientes hallazgos, hechos en el corazón de la actual Ciudad de México, complementan las narraciones orales y escritas.

Ya que sobre el nacimiento del dios solar y patrono de los mexicas, Huitzilopochtli, existen numerosas versiones, mismas que con el correr de los siglos han quedado plasmadas en pictografías, documentos históricos e incluso en inmuebles, si se tiene en mente, por ejemplo, que el Templo Mayor de Tenochtitlan era igualmente una metáfora arquitectónica de dicho suceso cosmogónico.

De acuerdo con el titular del Proyecto Templo Mayor (PTM), la ofrenda dada a los dioses, era “una manera de expresión que forma parte del mismo complejo semántico, es decir, fue creada para explicar un fenómeno trascendental como era la salida cotidiana del Sol por el oriente”. Esta particular manifestación consistía en la entrega a los dioses de seres humanos, animales, plantas u objetos sagrados a fin de obtener dones, como copiosas aguas que permitieran abundantes cosechas o resultados favorables en la guerra.

Y ya que se han localizado dos excepcionales depósitos rituales alusivos al icónico dios de la guerra; en el Mayorazgo de Nava Chávez, predio que actualmente trabaja el PTM y que se ubica en la intersección de las calles de Guatemala y Argentina, en el Centro Histórico de la capital del país; la exposición fue un intento por desentrañar sus significados. 

 El primero hallazgo es la Ofrenda 111 descubierta en 2005, caracterizada por la dominante presencia de un niño que debió tener cinco años de edad al momento de ser sacrificado mediante la extracción de su corazón. Los estudios practicados al infante han permitido identificar atavíos como un anillo de madera que portaba sobre el pecho, unas alforjas de caracoles y unos cascabeles, en los tobillos; y un par de alas de gavilán, adosadas a sus hombros.  Este último rasgo coincide con la representación que se hizo de Huitzilopochtli en los Primeros memoriales de fray Bernardino de Sahagún, escritos por el religioso y sus ayudantes indígenas ya durante el siglo XVI.

En cuanto al segundo hallazgo mortuorio, también se ha definido como un ixiptla o personificador del dios guerrero es el esqueleto de otro individuo infantil, localizado dentro de la Ofrenda 176 en 2017. Al igual que en el caso anterior, este infante de nueve años al momento de su muerte, se asoció en su ofrenda con los restos óseos de un gavilán y un pectoral anular de madera.

“Es revelador que el documento anónimo del siglo XVI, La historia de los mexicanos por sus pinturas, señala que Huitzilopochtli nació en un año 2 Caña para enfrentar a Coyolxauhqui y el resto de sus hermanos”. Finalmente, López Luján comentó que sobre este infante de la Ofrenda 176, en la actualidad se conducen estudios de DNA para definir su sexo; de isótopos de estroncio, para ahondar en su origen, y de tafonomía con miras a inferir cómo murió. Por ahora, esperaremos más sobre las versiones míticas e históricas de Huitzilopochtli.