“La terraza del España”, como muchos le suelen llamar, es un espacio en el que la tradición de la comida española se funde con la programación de actividades culturales alternativas que ofrece el Centro Cultural de España en México. En la terraza se llevan a cabo presentaciones de revistas, encuentros literarios, conferencias, pero aquello que más ha llamado la atención entre los jóvenes y no tan jóvenes de la ciudad son las posibilidades que nos brinda para recrearnos durante el ocio nocturno: miércoles de jazz, jueves de rock y viernes y sábados de Djs de Iberoamérica.
Si bien el ambiente vanguardista que se desarrolla durante las noches en la terraza atrae la atención de nacionales y extranjeros, el Centro Cultural de España alberga otros espacios con una amplia oferta de actividades en las que se promueve la reconciliación del pasado de la cultura española y la mexicana: el Laboratorio del Procomún, espacio virtual dedicado al estudio y difusión de los bienes culturales comunes; el Museo de Sitio, donde se resguardan restos arqueológicos; la mediateca, espacio dedicado a la documentación del trabajo cultural realizado en el España y el Espacio X, un auditorio donde se presentan conciertos, obras de teatro y conferencias. Asimismo, el España cuenta con otras salas en las que se realizan exposiciones, muestras de cine, talleres y actividades infantiles.
Cabe destacar que este centro cultural, ubicado en el número 8 de la calle de Guatemala, justo detrás de la Catedral Metropolitana, nace de los esfuerzos que la Representación Española en México destinó para rescatar y remozar el edifico en el que se resguarda el proyecto cultural, cuya belleza arquitectónica data de 1707. Cuando la agencia adoptó dicho edificio, este se encontraba al borde del colapso, pero fue justamente la sensibilidad para leer y escuchar la historia guarecida entre los muros lo que permitió hacer una excelente intervención al edificio, que resultó en uno de los proyectos más vanguardista del Distrito Federal.
Sin duda alguna hay que asistir al España, comer y bailar en su terraza al ritmo de las nuevas propuestas musicales de la escena iberoamericana, pero también hay que adentrarse en las habitaciones y sótanos del edificio, donde las actividades culturales nos invitan a descubrir una historia en común, en la que dos países encuentran los vestigios de su pasado.
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