Es común asociar México con el chile. Cuando un extranjero visita la Ciudad de México, se lleva la sorpresa de que aquí a todo le ponemos picante. Y lo más interesante es, que aunque el picante nos hace sudar y querer acabarnos un litro de agua, seguimos poniéndole más salsa a nuestros platillos.
Se llama capsaicina el compuesto químico que le da el picor al chile. Dependiendo del nivel de intensidad de éste, se determina si el chile es dulce, picante o extremadamente picante. Digamos que la capsaicina es algo así como el sistema inmunológico del chile, pues es quien se encarga de defenderlo de los agentes patógenos.
El compuesto no sólo ayuda al chile mismo, sino que al consumirse, tiene un trabajo muy peculiar en nuestros cuerpos. Y aunque no parezca, además de añadirle ese sabor picosito a la comida, está comprobado que el chile disminuye dolores y previene diferentes tipos de enfermedades.
Cuando estamos enfermos del estómago, el primer consejo que nos dan es que no comamos nada de chile, pues es un irritante y puede empeorar el dolor. Pero lo cierto es, que cuenta con efectos antiinflamatorios y antiirritantes que ayudan a la prevención del dolor.
Por otro lado, la capsaicina se encuentra presente en algunas medicinas que tratan la artritis. También en las aspirinas, pues sus efectos positivos disminuyen las migrañas.
Se ha descubierto también que el chile es bueno para el corazón. Baja la presión arterial, estimula la circulación y reduce el colesterol. Además, es un anticoagulante de carácter natural, lo que ayuda a prevenir los ataques cardiacos.
Otra gran característica del chile es que prácticamente no engorda. Hay unos que cuentan con más calorías que otros, pero la realidad es que todos los tipos que normalmente consumimos son muy bajos en contenido calórico. El jalapeño, el habanero, el serrano, el poblano, el morita, el guajillo y el chipotle tienen, en 100 gramos, alrededor de 50 calorías.
Es importante mencionar, que actualmente el chile está siendo considerado para el desarrollo de tratamientos anticancerígenos. Según un estudio en la Universidad de Nottingham, la capsaicina tiene la capacidad de destruir las células malignas y mantener las células sanas.
Finalmente, el chile es una comida con altas cantidades de Vitamina C. Y todos sabemos que este componente previene las enfermedades respiratorias y ayuda a la buena cicatrización de las heridas.
¡No será un esfuerzo para nosotros los mexicanos seguir consumiendo toda clase de chile!
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