Algunos datos interesantes que seguro desconocías del afamado cantautor mexicano, Agustín Lara.
Indudablemente, Agustín Lara se constituye como uno de los mejores compositores mexicanos de todos los tiempos. Las inmortales canciones, los vibrantes poemas y los amados boleros del jarocho hacen estremecer a cualquiera que conozca y disfrute de las grandes composiciones.
El también intérprete tuvo una vida fascinante, que comienza desde su infancia. Aunque se desconoce con certeza la fecha y el lugar exacto de su nacimiento, es sabido que desde chico Agustín vivió en la Ciudad de México. Fue en la capital donde inició su gusto por la música.
Tras el abandono de su padre, Agustín se fue a vivir con una de sus tías, Refugio. Ahí conoció el armonio, y desde los siete años mostró un talento en el piano. Para la década de los 20 su composición empezó a cobrar reconocimiento. Distintos y populares artistas de la época interpretaban sus temas. Hasta la fecha, los más afamados cantantes eligen canciones suyas para su repertorio. Lo cierto es, que la música del Flaco de Oro vivirá perpetuamente en el corazón de todos los mexicanos. Y a 46 años de su muerte, la recordamos con cariño con algunas curiosidades de su vida:
Verdadero nombre
El periodista Jaime Almeida realizó una ardua investigación sobre la vida del autor en 1970. Para ésta, tuvo que buscar su acta de nacimiento, y tras encontrarla descubrió su nombre completo: Ángel Agustín María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino.
Cabello rizado
Según la biografía que la escritora Guadalupe Loaeza hizo sobre Agustín Lara, el maestro tenía el pelo muy rizado. Tanto, que pasaba horas peinándolo y agregándole cosas para calmarlo y hacerlo lucir lacio.
Amor ciego por Granada
Sin duda Granada es una de las canciones más famosas y queridas del compositor. Pero lo cierto es, que al escribirla en 1932, Agustín Lara no conocía la ciudad. Fue hasta 1964 que el intérprete visitó la ciudad española, comprobando la belleza que describía en sus versos.
La multifacética cicatriz
La cicatriz que Agustín Lara tenía en el rostro era una característica emblemática del maestro. Cuando la gente le preguntaba cómo la había obtenido, siempre contaba una historia diferente. Quizá la más certera tiene que ver con un cabaret. En un ataque de celos, una prostituta lo atacó con una navaja, arrancándole una parte de la mejilla y hasta dientes.
Las rancheras
Dentro de la prolífica colección de Agustín Lara, solamente figuran tres canciones rancheras. “Adiós Nicanor”, “Aquel Amor” y “Se me hizo fácil”.
Pasión taurina
El cantante era aficionado taurino. Se volvió amigo de varios toreros españoles que visitaban las plazas de México. Al torero mexicano Silverio Pérez, le compuso un pasodoble.
Homenajes 
La música de Agustín Lara influencia e impacta hasta a los artistas de nuestros días. Algunos de los homenajes más representativos hacia el compositor son: “Solamente una vez, de Cuba a Lara” donde participan músicos como Pablo Milanés y Pancho Céspedes; “Loca por Lara”, un espectáculo musical argentino; “Mujer Divina”, un álbum de Natalia Lafourcade; y “Lara” de la cantante de blues Betsy Pecanins.
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