“Quien no conoce Los Ángeles, no conoce México” sigue siendo el lema del legendario salón…
Existen pocos lugares más icónicos de la vida nocturna de la Ciudad de México que el Salón Los Ángeles, establecimiento que recientemente cumplió 80 años de iluminar (con extravagantes luces neón) la colonia Guerrero. Durante décadas, la singular personalidad de este salón de baile ha celebrado la excentricidad y tropicalia del baile y los ritmos de Latinoamérica, y en la actualidad enfrenta un gran reto: el de representar, como siempre ha hecho, a la cultura nocturna de nuestra gran capital.
Los años han pasado por este centro nocturno y, con ellos, los estilos musicales que han retumbado en sus paredes. Durante las décadas de los cuarentas y cincuentas, ritmos de mambo, danzón y chachachá encendieron el salón, cuyo escenario y pista de baile fueron visitados por la élite de la música latinoamericana. En los sesentas y setentas sus especialidades fueron el son y la salsa, para volcarse, durante la segunda mitad de los setentas y la década de los ochentas, en la cumbia mexicana. 
Las últimas dos décadas del Salón Los Ángeles se han enfocado más en la música rock, con la presencia de bandas como La Maldita Vecindad, Café Tacuba y Panteón Rococó, y artistas de la talla de Lila Downs y Saúl Hernández. Esto nunca significó que el legendario salón perdiera su esencia y originalidad, su alma contracultural, rebelde, y sobre todo, tropical.
En tiempos recientes, el Salón Los Ángeles también se ha caracterizado por auspiciar eventos heterogéneos, desde el cumpleaños de Carlos Fuentes, hasta fiestas de la feria Zona Maco o un concierto del genio del minimalismo Michael Nyman
Semillero y escaparate para las bandas y artistas más importantes de la música tropical, frecuentado por los pachuchos y bailarines más reconocidos de la historia de la capital, lugar de reunión de gente de todas las clases sociales, este salón abrió sus puertas el 29 de julio de 1937 y, desde entonces, no deja de inspirarnos.
El reciente festejo de los 80 años del Salón Los Ángeles, rindió un tributo a todas las épocas, las músicas y los personajes que encendieron su pista, y ayudaron a construir su espíritu. Un referente cultural de nuestra urbe, una joya ubicada en el corazón del barrio bravo de Los Ángeles, una expresión única de la cultura nocturna de la ciudad, este centro sigue más que vigente, con un reto igualmente emocionante: seguir siendo el hogar de las expresiones nocturnas populares de la Ciudad de México.
