Pitaya y pitahaya: diferencias e igualdades de un colorido exquisito

Conoce en que se diferencian la pitaya y la pitahaya en nuestro país.

 

La Pitaya y la Pitahaya no son lo mismo, las semejanzas en el nombre no nos dejen distinguirlas tan fácil, y suelen confundirse por el parecido que hay entre ambas, pero no es lo mismo ya que tienen muchas diferencias y peculiaridades entre sí.

Lo que tienen igual es que tanto la pitaya y la pitahaya son frutas exóticas; se cultivan como plantas ornamentales como para la recolección del fruto y generan flores hermosas.

 

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Ambas tienen propiedades nutrimentales en contenido de vitaminas C, B (B1 o tiamina, B3 o niacina y B2 o rivoflavina), potasio, hierro, calcio y fósforo, además de ser bajas en calorías y de ayudar a la digestión por ser ricas en fibra.

Su principal diferencia está en el género al que pertenecen. La pitaya proviene del género Stenocereus, mientras que la pitahaya es del Hylocereus. Las espinas también son una característica que las distingue; aun cuando la pitahaya proviene de un cactus, no tiene espinas.

 

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Ambas dan las flores preciosas. La flor de estos frutos es blanca y fragante, nocturna y dura una sola noche. En particular la flor de la pitahaya es la más grande de todas las cactáceas.

La palabra pitahaya es de origen antillano y significa fruta escamosa, su fruto es de forma ovoide, redondeado y alargado, de pulpa roja, blanca o amarilla y de semillas pequeñas negras; su sabor es menos dulce que el de la pitaya.

 

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El hábito de crecimiento de la pitahaya es trepador por lo que se le conoce como fruta del dragón o Thanh Long, de origen vietnamita, y que se debe a que la planta que la produce trepa sobre los troncos de los árboles y se entrelaza dando la forma al cuerpo de un dragón, animal mitológico muy popular en Asia, principalmente en China.

El nombre de la pitaya se le da a las frutas que están cubiertas de espinas; su fruto es ovoide semiredondeado, de pulpa blanca, roja, amarilla, morada, rojo-violeta y de gran cantidad de semillas negras (al igual que la pitahaya). Su sabor es muy dulce y su hábito de crecimiento es cactácea columnar (órgano).

 

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Los principales productores de la pitaya son Oaxaca, Jalisco y Puebla, quienes sembraron más de 97% de la superficie total, destacando Oaxaca como principal productor con 42.9% del total.

La pitahaya, por su parte, generó en 2016 un valor de la producción por 59.62 millones de pesos. Se produce en Quintana Roo, Yucatán y Puebla, destacando Yucatán con 68.2% de la producción.

 

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